El caso de la Región Metropolitana ha sido sondeado. Expertos del tema como Techo y Doomos realizan informes constantemente, para demostrar cómo ha crecido el boom del arriendo frente a la compra.
Otra característica que llama la atención es el gran interés por obtener departamentos en vez de casas, preferencia repetida especialmente en el público joven menor de 30 años.
Lo que busca el cliente
Las comunas céntricas y viviendas de menor superficie son dos de los conceptos más populares hoy en día en el Gran Santiago.
Entre el 2007 y 2017, la demanda por departamentos ha crecido en un 19 % en los últimos 10 años, lo que se compara con la preferencia de casas, disminuyendo de un 41 % a un 22 %.
Dentro de los factores que más soportan esta decisión es la seguridad, ubicaciones centrales y valores más económicos en el mundo inmobiliario.
Los arriendos también han tenido un boom. Hace 10 años sólo el 31 % buscaba vivienda para arrendarla, mientras que durante el 2017 se identificó un 65,2 % con esta preferencia, bajando a su vez los porcentajes de compra.
Una de las posibles razones para este fenómeno es que en la década los precios de viviendas han ido en aumento, incrementando un 53,3 % en el caso de arriendos de apartamentos y casas en un 104,2 %.
Comunas preferidas en la Región Metropolitana
En el Gran Santiago hay comunas que han ido creciendo en popularidad. Tal es el caso de Santiago, Las Condes, Providencia y Ñuñoa. Estas son, precisamente, las comunas más “centrales” y donde se concentran muchas oficinas.
La cercanía al espacio laboral es sin duda un factor definitorio a la hora de adquirir un inmueble. Esto se ha reflejado a la vez en otros sectores que han crecido en número de habitantes, tal como ha sido el caso de Quilicura (66,5 %), Padre Hurtado (64,21 %) e Independencia (55 %).
Al ser estas comunas con un fuerte crecimiento industrial y económico, los habitantes se desplazan a las fuentes de ingreso laboral.
Por otra parte, se siguen prefiriendo ─en el segmento joven– inmuebles de menores medidas y por ende más económicos. Esto también va de la mano con un alto porcentaje de población soltera en Santiago (35 %).
Claramente todos estos datos han ido modificando los precios en oferta y las necesidades a las que están respondiendo inmobiliarias y constructoras.
Cada día las ciudades cambian su configuración, y es por eso que hay que poner especial atención al comportamiento de los clientes millennials y menores, quienes conforman un nuevo segmento y mercado.