Estamos siendo testigos del resurgimiento del interés por la exploración espacial. Después de la época dorada de las misiones Apolo, los seres humanos no hemos vuelto a visitar la Luna. Ha pasado medio siglo desde aquel entonces, pero el regreso al satélite natural de la mano del Programa Artemis no solo tiene una fecha tentativa, también persigue un ambicioso objetivo: quedarnos.
No hay lugar a dudas de que nos enfrentamos a un desafío colosal que, además de desarrollar todas las tecnologías necesarias para volver a la Luna, incluye crear un hábitat compatible con la vida humana. La NASA cree que la mejor manera de establecer una base lunar a largo plazo es utilizar los recursos disponibles localmente para construirla. Es decir, pasar enviar una enorme cantidad de materiales desde la Tierra.
Un proyecto que tiene sentido
La idea tiene sentido si tenemos en cuenta que estarían dadas las condiciones para elaborar una especie de “hormigón lunar” in situ. Partiendo desde esta posibilidad, el próximo obstáculo a superar consiste en determinar cómo utilizarlo. Para abordar esta necesidad, la agencia espacial estadounidense se ha asociado con ICON, una compañía constructora que le ayudará a desarrollar la infraestructura lunar.
El eje de la propuesta es sencillamente la impresión 3D. Unas enormes impresoras se alimentarán de hormigón lunar para dar forma a una amplia variedad de estructuras en la Luna. Desde viviendas hasta laboratorios y carreteras. Todo bajo un enfoque que busca proporcionar protección contra la radiación y los micrometeoritos, dos elementos amenazantes para la presencia humana en el satélite.
Según recoge The New York Times, científicos de la NASA confían en que, si todo sale de acuerdo a lo planeado, podríamos estar construyendo casas con impresoras 3D en la Luna en 2040. Como podemos ver, se trata de un margen bastante generoso que va más allá de la misión Artemis 6 programada para despegar en 2030, pero que sentaría las bases de una verdadera presencia lunar a largo plazo.
ICON, que construye viviendas con impresoras 3D en Estados Unidos, se ha plegado a un contrato de 57,2 millones de dólares que se extiende hasta 2028. La firma a está trabajando junto a los científicos de la NASA en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales, en Alabama para alcanzar su objetivo. De hecho, se encargó de imprimir en 3D el hábitat Mars Dune Alpha para un futuro viaje a Marte.
La agencia espacial estadounidense y sus socios internacionales van definiendo el cronograma de exploración de la Luna de aquí en adelante, pero todavía hay enormes desafíos que superar. Entre ellos encontramos los métodos más convenientes para generar oxígeno y cómo generar la suficiente energía para mantener la vida en un lugar tan inhóspito y alejado de nuestro planeta.